—Es como si quisiera que ninguno tenga pareja después de mí.
—¡Vaya!, ¿por qué?
—No lo sé. No quiero volver a estar junto a alguno de ellos de ese modo ni nada, pero no quiero verlos con alguien más.
—Y, ¿por qué lo dices ahora?
—Bueno, vi a un chico que me gustaba en el pasado con una nueva novia y me incomodó.
—¿Celos?
—No, no es eso. Bueno, no creo. Recuerda que él me gustó hace mucho.
—Eso no lo hace menos posible, ¿o sí?
—No lo veo así. Ahora no me gusta.
—Si tú lo dices...
—Es cierto. Además, me gustaba otro chico hasta hace poco, así que no es por celosa.
—¿También te incomoda que el que te gustó recientemente saliera con otra chica?
—Sí.
—Entonces sientes lo mismo por ambos, ¿no?
—Uhm... no quisiera que lo pongas así. No quiero a ambos. Solo quiero... ¡Ay!
¿Qué le pasa? ¿Cree que es el centro del mundo? No es así de fácil. No puede simplemente pensar que los chicos con los que salió se quedarán solos para que ella esté tranquila. Al parecer, quiere que sigan pensando en ella. ¿Querrá que anhelen tener otra oportunidad con ella? Si es así, no me sorprendería mucho. Sin embargo, debe cambiar ya esa manera de pensar. Si tan solo pudiera dejar de escuchar cada cosa que tiene por decirme. Me aburre cuando se comporta así. Es muy inmadura para mí.