martes, 11 de marzo de 2014

¿Tanta ira, otra vez?

Observa a la gente. No, mejor no observes a nadie. ¡Qué flojera! Sin embargo, date un tiempo para escuchar las ideas que defienden. Mira, sé que no son las correctas. Es más, quizá pocas se acerquen a la ideal, pero presta atención. Como te habrás dado cuenta, varias personas hablan y hablan de sus principios y todo, pero dejan atrás los valores principales. Y tú sabes a quiénes me refiero. Bueno, ¿qué se puede hacer? Pues, absolutamente nada. Ese tipo de gente se apega mucho a sus creencias y no deja que ningún pensamiento diferente entre en sus mentes. Así que, solo te digo que conozcas esas maneras de pensar porque tu descendencia no puede dejarse influenciar por ellas. ¡Ten en claro algo! No te estoy diciendo que escuches y veas algo de cierto en todos sus argumentos, sólo que los conozcas. Claro, los que llamen tu atención, los que sean dueños de las mentes de las personas cercanas a ti y los más populares. Si supieras que pienso igual que tú... Las personas de vez en cuando merecen sufrir, ¿verdad? Lástima que no podamos hacer mucho. Los de mente cerrada no escucharían. Además, no podemos hacerles daño físico, ¿no?



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