Siento que hará a ese muchacho explotar. ¿Será que nadie puede ponerlo en su lugar aunque se esfuerce? ¿Tan difícil es discutir con él? Ni siquiera yo, por más que quiera, puedo ganarle. Él es más inteligente y hábil que yo. ¿Tendré envidia?
—¡Para! ¿No ves que sacas a la gente de sus casillas?
—Ja, ja. Entiende que esto es divertido para mí.
—¿Por qué? Haces que las personas quieran odiarte.
—Sí, es lo gracioso. En especial porque aunque quieran hacerme quedar mal de algún modo, no pueden.
—¿Buscas que te traten mal?
—Para nada, busco diversión. Hablar de una manera burlona es algo que me podría caractetizar cuando quiero humillar a alguien.
—¿Y por qué quieres humillar a las personas?
—Uhm... porque me da la gana. En serio, deberías intentarlo.
—No creo que sea bueno. No hay razón para hacerlo.
—¡Vamos! No seas así. No resistirás regocijarte en sus pequeñas almas avergonzadas y desesperadas.
—Deja de hacerlo, dañas tu relación con los demás.
—No hay necesidad de preocuparse por eso. Soy yo. No dañaré nada que no quiera. Además, no necesito tantos amigos.
—¡Vaya!, piensas así... ¿Qué hay de mí? ¿También me humillarás a tu antojo?
—No creo. Me agradas. Sólo no me estreses demasiado.
No creo que pueda defender a cada chico que se meta con él. Es más, ellos deberían tratar de ignorarlo... Tampoco es como si les golpeara, pero creo que esos chicos se sienten incómodos después. Claro, no les golpea, pero les hace el mismo nivel de daño con solo palabras. Ah, no pensaré mal de él. Después de todo, soy su hermano menor.
Lo que me gusta de tus escritos CesLae es que logran meter de inmediato al lector en el mundo al que quieres llevarlos. Este relato que comento, logra poner a pensar a quien lo lee cuan cierto o cuan real es lo que se quiere contar. A mi en lo personal me hizo asumir que lo contado te ha pasado directamente a ti y esa es, entiendo, la función de la literatura: lograr que el lector piense que la historia que lee es verdadera, que sucede o sucedió en la vida real.
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