Tranquilo, justiciero~

En el mundo vemos centenas de crímenes cometidos día a día; y aunque nos cueste no tener por qué juzgar a todas las personas que apoyan la maldad, debemos esperar que las autoridades respectivas se encarguen de aquello mientras seguimos haciendo el bien.
Tuve un cuaderno que fue usado previamente con fines malévolos por el simple hecho de asquearme al ver cómo la sociedad presenta una inmunda sarta de malas acciones.
Lo único que se necesita es la voluntad para hacer justicia.